Reflexión V Día de la Novena de Aguinaldo
Continuamos con las catequesis bíblico-teológicas de esta novena de aguinaldos:
En el evangelio de hoy (Lc 1, 26-38), se nos presenta el relato del anuncio del Ángel Gabriel a María, una doncella a quien Dios eligió como madre del Salvador y cuyo nombre en hebreo מִרְיָם Miryam tiene diversos significados (“excelsa”, “luz sobre el mar”, entre otros), siendo una de las traducciones más aceptadas “la elegida del Señor”.
Nos cuenta el evangelista, que el hecho ocurrió en una pequeña ciudad llamada Nazaret. Aquí encontramos el primer dato bíblico de gran importancia. Resulta que Nazaret era un lugar, prácticamente inhóspito, sin relevancia social o religiosa, de hecho, los evangelios nos hablan de la concepción que tenían los judíos sobre este lugar, nos dicen que cuando Jesús comenzó su ministerio publico muchos se resistían a creer en él ya que les resultaba difícil entender que algo bueno pudiera salir de Nazaret (Jn 1, 46). De este modo, para los judíos Nazaret era una tierra insignificante donde sus habitantes tenían poco o nada de futuro.
Este primer dato bíblico, nos permite entrever que ciertamente los planes de Dios no son nuestros planes y como afirma el libro del profeta Samuel, mientras el ser humano insiste en fijarse en las apariencias Dios ve el corazón (Sam 16, 7). Desde esta perspectiva, aunque Nazaret era pequeña y despreciable fue el lugar que Dios eligió para mostrar su grandeza.
El otro dato bíblico que encontramos en este pasaje bíblico, son las características de los protagonistas: María y José.
- La primera, no era sino una jovencita de unos 14 o 15 años de edad cronológica, esto llama la atención por dos cosas en particular: 1) en primer lugar por ser mujer, para la mentalidad judía la mujer era un ser sin valor, sólo los hombres eran importantes, 2) a esto se le suma el hecho de ser una adolescente por ende una inútil ya que sólo los adultos tenían voz y voto, por eso llama mucho la atención, que Dios se haya fijado en una doncella.
Para nosotros hoy día es algo muy normal el que Dios no tenga acepción de personas, pero para el tiempo de Jesús esta elección de Dios resultó ser un hecho insólito ya que las mujeres que Dios llamó en el Antiguo Testamento fueron mujeres ya maduras, piénsese por ejemplo en la Reina Ester quien fue una luchadora y excelente gobernante.
- El segundo protagonista es José, el evangelista hace énfasis en que se trata de un descendiente de David, con esta afirmación desea manifestar que, sin lugar a dudas Jesús, es el mesías ya que los profetas habían anunciado reiteradas veces que el salvador de Israel nacería de la estirpe de David y que su reino permanecería para siempre, tal como lo atestigua el Ángel Gabriel a María cuando dice: «No temas, María, porque has hallado gracia ante Dios. Vas a concebir y dar a luz un hijo, y le pondrás por nombre JESÚS. ÉL será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, y él reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reinado no tendrá fin.»
El tercer y último dato bíblico que deseo compartir con ustedes, es la actitud de María frente al anuncio del Ángel. A nosotros nos han enseñado la idea errónea que María nunca dudo del plan divino, pues como dice la canción: “Dijo sí y no preguntó por qué”. No obstante, el pasaje evangélico proclamado demuestra lo contrario.
Acentúa el evangelista que cuando el ángel terminó de hablar, María le hace una pregunta clave: ¿Cómo podrá ser esto, puesto que yo permanezco virgen? A lo que el ángel le explica cómo será todo este proceso de la Encarnación del Hijo de Dios en su vientre, posterior a eso María dio su sí, esto significa que María primero pregunta luego se dispone a tomar una decisión, la cual puedo haber sido negativa pues tenía todas las facultades del alma (inteligencia, voluntad y libertad) para actuar de acuerdo a lo que ella considerase oportuno, en otras palabras, ella pudo haber dicho que no, no por ello Dios iba a castigarla o limitarse a llevar adelante su plan de salvación, en efecto, san Anselmo (quien fue uno de los padres de la Iglesia) sostuvo que de haber sido negativa la respuesta de María, Dios hubiese buscado otra forma para realizar su proyecto de salvación Universal, por ende, no nos aferremos a la idea que, sin ese sí de María la salvación jamás hubiera sido posible.
Queridos hermanos y hermanos, la liturgia de la Palabra nos regala este día dos grandes enseñanzas:
- Aunque los seres humanos, nos aferremos a las apariencias, al querer hacer las cosas desde las categorías de grandeza, Dios prefiere fijarse en el corazón y valerse de lo pequeño e insignificante de este mundo para manifestar su gloria u omnipotencia. La elección de Nazaret como lugar geográfico y, la elección de María y de José como protagonista de este misterio de la Encarnación de Cristo, es una muestra de este accionar divino.
- Si bien, los proyectos de Dios son los más sublimes y por tanto su elección es la mejor opción, él no va a castigarnos cuando a nosotros no resulte imposible tener total claridad sobre ese proyecto, ni mucho va a castigarnos si nuestra respuesta va acompañada de un no. Obviamente, el sí de María trajo consecuencias altamente positivas, pues nos trajo nada más y nada menos que la salvación, no obstante, la Palabra de Dios está lo suficiente clara para mostrar que Dios ofrece libertad de elección. Ojalá que como ella podamos ser capaces de decirle a Dios: CÚMPLASE en mí lo que me has dicho, de tal manera que seamos sus testigos en este mundo que muere de frío y donde los hombres no son hermanos porque han perdido el amor.
Que así sea. Amén.
Fr. Juan Martínez OFM Conv.
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